10 may 2014

Cuentos | El Gran Milagro | Cuento contado en clase por Marina Fernández

Cuento sacado de la pagina web: CLICK AQUÍ

En un precioso y frondoso árbol nació un alegre y risueño gusanito llamado Nano, un pequeño habitante que dio mucho qué hablar en el bosque. Y es que desde que nació, Nano siempre se ha portado distinto de los demás gusanos.
Caminaba más despacio que una tortuga, tropezaba en casi todas las piedras que encontraba por delante, y cuando intentaba cambiar de hojas......¡qué desastre!....siempre se caía.
Por esa razón, la colonia de los gusanos le llamaba el gusanito torpecillo. A pesar de las burlas de sus compañeros, Nano mantenía siempre su buen humor. Y se divertía mucho con su torpeza.
Pero un día, llegado el otoño, mientras Nano se daba un paseo por los alrededores, una gran nube cubrió rápidamente todo el cielo, y cayó una gran tormenta.
Nano, que no tuvo tiempo de llegar a su casa, intentó abrigarse en una hoja, pero se resbaló y acabó cayéndose al suelo, haciéndose mucho daño.
Se había roto una de sus patitas, y se había quedado cojo. Pobre gusanito... torpecillo y cojo. Agarrado a una hoja, Nano empezó a llorar porque ahora no podía jugar, ni irse de paseo, ni caminar... Pero, una noche, cuando Nano estaba casi dormido, una pequeña luz empezó a volar a su alrededor.
Primero, pensó que sería una luciérnaga, pero la luz empezó a crecer y a crecer... y de repente, se transformó en un hada vestida de color verde. Nano, asustado, le preguntó:
- Quién eres tú? Y le dijo el hada:
- Soy un hada y me llamo naturaleza.

- ¿Y porque estás aquí?, preguntó Nano.
- He venido para decirte que cuando llegue la primavera, ocurrirá un milagro que te hará sentir la criatura más feliz y libre del mundo. Explicó el hada.

- Y ¿qué es un milagro?, continuó Nano.
- Un milagro es algo ¡extraordinario, estupendo, magnífico!...... Explicó el hada y, enseguida desapareció.
 El tiempo pasó y llegó el invierno. Pero Nano no dejaba de pensar en lo que le había dicho el hada. Ansioso por la llegada de la primavera, Nano contaba los días que quedaban, y así se olvidaba un poco de su problema.
Con el frío, todos los gusanos empezaron, con un hilillo de seda que salía de sus bocas, a tejer el hilo alrededor de su cuerpo hasta formar un capullo, una casita en la que estarían encerrados y abrigados del frío, durante parte del invierno. Al cabo de algún tiempo, había llegado la primavera.

El bosque se vistió de verde, las plantas se llenaron de flores, y finalmente ocurrió lo que el hada había prometido... ¡El gran milagro! Después de haber estado dormido en su capullo durante todo el invierno, Nano se despertó.
Con el calor que hacía, el capullo se derritió y Nano finalmente pudo conocer el milagro. Nano no sólo se dio cuenta de que caminaba bien, sino que también tenía unas alas multicolores que se movían y le hacían volar..
Y es que Nano había dejado de ser gusano y se había convertido en una mariposa feliz, y que ya no cojeaba.

Aquí abajo os dejo el material que utilicé realizado por mí para contar el cuento:


             
                 






No hay comentarios:

Publicar un comentario